Dirofilariosis
La enfermedad del gusano del corazón
¿Qué es?
La dirofilariosis cardiopulmonar o enfermedad del gusano del corazón es una enfermedad grave producida por el parásito nematodo Dirofilaria immitis que, en su forma adulta, se aloja principalmente en las arterias pulmonares y en el ventrículo derecho.
Las larvas del parásito se transmiten de un animal enfermo a otro sano a través de la picadura del mosquito, siendo el perro la principal especie afectada aunque también se pueden transmitir a otras especies como el gato o incluso a las personas, tratándose por tanto de una zoonosis.
¿Por qué es importante prevenirla?
Si no se previene a tiempo en el perro, puede tener unas consecuencias fatales. Los parásitos adultos pueden alcanzar un tamaño considerable (más de 30 cm de longitud) hasta tal punto que impiden el desarrollo normal de las funciones cardiacas y, al mismo tiempo, son tóxicos para el hígado y los riñones. La fase inicial de la enfermedad puede presentarse sin síntomas. Cuando la enfermedad se encuentra en un estado más avanzado, los síntomas más evidentes son cansancio, tos y adelgazamiento (síntomas que se agravan con el ejercicio).
La dirofilariosis cardiopulmonar o enfermedad del gusano del corazón es una zoonosis
¿Cómo se diagnostica?
Para diagnosticar la enfermedad se recomienda realizar un test de detección de antígenos de D. immitis mediante los que se detectan antígenos de las filarias adultas o de las formas juveniles en función del test utilizado.
La prevención: un punto clave
La enfermedad del gusano del corazón en el perro se puede prevenir de forma eficaz y segura; para ello, los cachorros deben empezar la profilaxis cuanto antes.
Los productos utilizados para prevenir la dirofilariosis son las lactonas macrocíclicas (por ej. moxidectina o milbemicina oxima); éstas interrumpen el desarrollo de las larvas que han sido transmitidas por mosquitos al perro durante los 30-60 días anteriores a su administración, por lo que se recomienda su administración por vía oral o vía tópica de forma mensual, o bien de forma anual mediante un preparado comercial de moxidectina inyectable que puede utilizarse desde las 12 semanas de edad y que facilita el cumplimiento por parte del propietario y el control por parte del veterinario.